In omnia paratus

trato de acostarme con la tonta ilusión que tu perfume sigue en mis sábanas pero cada vez se siente menos y menos hasta que se valla como vos hiciste hace tiempo ya. Me desvelo con los recuerdos de esas noches y tardes que estábamos pegados, siempre uno encima del otro como si nada, contándonos secretos al oído y besandonos como si fuera la última vez. Que estúpida fui al creerte cada palabra que me decías, pero es lo que me tocó y acá estoy con imágenes nuestras y promesas rotas. Sé que ya pasó un tiempo de todo eso pero en mi mente está todavía muy fresco, eso es lo peor, porque no tenés idea lo difícil que es desterrarte de mí. Me marcaste, sos una parte muy grande de mi corta historia, las cosas que pasamos no se olvidan jamás. Te juro que no entiendo como vos avanzaste tan rápido, me da envidia, yo todavía quede estancada en la historia y vos a mucha distancia, viviendo el presente (como se debe). Mi consciencia me advirtió de vos pero es imposible remar contra tu atracción, me lo merezco por tonta, supongo. Pero no sé porque siento que me toco la peor parte, prometo la próxima no guiarme por el deseo y seguir mi cabeza. Aunque sea tengo esos recuerdo tan vividos de los dos toda la noche juntos donde nuestros cuerpos se buscaban y tus manos me acariciaban hasta que nos consumiera el cansancio y durmiéramos profundamente soñando con el otro.