Otra vez cometiendo el mismo error, atrapada en estas cuatro paredes seca, sequita. Pero en mi defensa la acción no estuvo bajo mi consentimiento. Igual eso no hace más ni menos llevadero mi actual condición de sequía.
Lo que me trajo verdaderamente acá es que voy a usar este espacio una vez más para felicitarme. Ya va hacer casi un año y logré no solo dormir sino abrazada a otra persona. Gran avance humanizador que costó años pero ya está. Lo mejor de todo es que no es el dormir ligero, no, de dormir profundo con sueños y todo. Una locura la verdad. Sin dudas el hombre es un animal de costumbres.
De todas formas esto no quita mi siempre presente ideología de que nada me toque.
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